lunes, 2 de agosto de 2010

Inteligencia Artificial

Puede que esta entrada sorprenda a aquellos que me conozcan y lean esto (eso si alguien llega a leerlo). Por si acaso, ahí va un aviso: esta va a ser una crítica positiva... y de una película. A mí mismo me cuesta creerlo. En cualquier caso, la humanidad tiende a explicar todo lo malo, provocando que lo bueno se olvide (por ejemplo, contaríamos como anécdota que nos han vendido una manzana podrida, pero no explicaríamos que el resto de manzanas que nos venden en otros días son excelentes) este caso me ha parecido muy bueno, y no quiero olvidarlo.

Bien, en general la ciencia ficción, o todo aquello que lleve su etiqueta, me repele. ¿La razón? Gente como Georges Lucas, que aunque sé reconocer que son grandes directores tienden a hacer películas que presentan demasiada ficción. Es decir, cualquier historia representa algo ficticio, pero me inclino a la necesidad de cierta verosimilitud.

En el caso de esta película de Spielberg, la verosimilitud brilla por su ausencia (supongo que como todas las SciFy). Sin embargo tiene un toque de verosimilitud aparente que me ha gustado mucho. La película, un dramón en toda regla, presenta una sociedad futurista, ligeramente desastrista pero sin llegar al extremo, y además aparecen las Twin Towers, ¿qué más se puede pedir? Pues este filme da más, porque tiene incluso crítica (o algo que yo entiendo como crítica): en primer lugar, la tradicional crítica ecológica, los humanos nos estamos cargando el planeta, etcétera. En segundo, critica el típico y tópico comportamiento humano llamado envidia. Sobre todo un sentimiento de envidia (y cierta desconfianza) a aquello mejor que el propio humano. En general, la historia es muy buena, no carente de acción, más a partir de la mitad, con grandes actuaciones. Lo mejor de todo, para mí y como ya he dicho, laapariencia de verosimilitud: presenta una sociedad futura, pero lo único extraño son los "protas", porque son robots. Sin coches voladores, sin casas que se barren solas, vaya, un atraso en comparación con cualquier otra sociedad futura.

Aunque como en este mundo predomina el ying-yang, no le faltaba a esta película algún pero. La primera cosa que resulta horrible en esta creación es su duración, un par de horas. Este problema se ve afectado por el segundo. En mi modesta opinión, a partir de el momento 1:46, en el que la voz en off dice "Así siguió un día, y otro día, y otro...", aparece un trozo que sobra. Esto claramente es para crear un final que es el tercer "pero" de la película. Un final que, de haberla visto en el cine, me hubiera hecho salir de la sala. No puede ser que un final tan brillante le de semejante bofetada a una buena película. La razón posible para hacer este final, y no cortar desde 1:46, que no llore nadie: happy ending, y todos contentos.

En resumen, una muy buena película que recomiendo encarecidamente ver. A partir de que se oiga "y otro día, y otro..." se para la película y fuera problemas. Más corta, final más lógico y no hay que sufrir ver marcianitos. Eso sí, esto sigue siendo mi opinión y, ¿cuál es, la opinión que cuenta? No debe ser la mía.

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