lunes, 5 de noviembre de 2012

¡Esh una fieshta!


 Parece que fue ayer cuando miré por la ventana y vi a la una sonriente Carme Chacón colgada de una farola. Su cara, quiero decir... vamos, que era propaganda, y eso que fue hace ya cosa de un año. Hoy, como quien no quiere la cosa, faltan sólo 20 días para volver a sentir lo que es la demogracia.

Alguien me dijo “no lo digas así... las elecciones son la fiesta de la democracia”. Yo, con este espíritu inconformista que me gusta pensar que tengo, pensé en despiporrarme a base de bien... Ahora que lo pienso, las elecciones sí que son las fiesta de la demogracia: sólo puedes acceder a ellas a partir de una determinada edad, cuando estas en ella se te hace cortísima, te obligan a enseñar el DNI y los efectos de ella te duran mucho más de lo que pensabas.

En realidad, yo creo que llamar democracia a meter un trozo de papel en un sobre y echarlo por una ranurita es exagerar un pelín. O, ¿qué pasa? ¿Que cuando Franco estaba en el poder no se podían enviar postales? Alguno dirá que se me ha ido la pinza, y es verdad, pero no me falta algo de razón.
Estaba yo pensando que es muy sencillo cambiar el país, ¿no? Simplemente desbloqueando las listas (me refiero a las electorales, a las otras se las desbloquea con un poco de conversación), o abriéndolas- qué más quisiera- eliminaríamos la disciplina partidista que nos duele tanto como país.

Pero bueno, ya que hay que votar, será cuestión de llevar a cabo un voto informado, que pasa uno buenos ratos leyendo programas políticos... porque es un poco como la carta a los Reyes Magos, en plan: yo pongo lo que me salga del arco de triunfo, total, luego puedo hacer lo que parezca.

La variante catalana de Pugna por el Poder (menos conocido como PP Català) siguen con su bandera, que es la de la coherencia política, aquélla que dice que en momentos de crisis hay que hacer discursos de unión, pero cuya cabeza de lista se presenta diciendo “quiero ser la candidata de los millones de catalanes que no quieren separarse de España”, Ahí, el gobierno de todos, ¿eh, guapa? El partido presidido por Rafiki (¡ay, de los que no sois de la Generación Disney!) propone una rebaja de impuestos. Y a partir de aquí no sé si podré seguir escribiendo porque me estoy retorciendo en el suelo. Mucha atención a lo proponer al Gobierno central la rebaja del IVA del 18% actual a un 16%... ¿cuándo dice que debuta Miss Sánchez Camacho en El Club de la Comedia? En fin, Camacho, vuelve al fútbol, colega, que nos harás un favor a todos.

La variante catalana del Partido Español (en realidad, se supone que también es Socialista y Obrero, pero ya acordamos que PE le quedaba mejor, ¿verdad?) sería el PSC (cuya “S” tampoco me convence mucho, la verdad). La gran apuesta de esta gente es la España federal, una Catalunya, dicen, integrada en España y en Europa, avanzando hacia el autogobierno... ¿soy el único que no entienda absolutamente nada? Dicen, en el PSC que "Els ponts són estructures que salven distàncies i comuniquen les persones, a més de fer possible que la gent d’una banda i l’altra pugui conviure, relacionar-se i encarar projectes junts”, quizá falte por decir que, además, gracias a ellos y a sus amiguetes, los puentes son una opción muy viable para vivir. Esta gente lleva, y con razón, recibiendo carbón unos añitos, pero parece que no aprenden.

Cortamos y Urdimos, los CiU. Estos son mis favoritos, porque escriben la carta a los Reyes sabiendo que pedirán un Simón, pero que van a traer un Raimón (que, decía Andreu Buenafuente, sólo tiene blanco y negro). Mucho cuidadito con estas personas, que mantienen online su programa para las autonómicas de 2010, en el que se dice algo así como “aposta pel dret a decidir” y añaden, entre otras perlas “A través de l’exercici del dret a decidir, proposem un camí possible i real per assolir l’autogovern que Catalunya necessita i reclama”. Y a mí que esto me suena de algo ¿no me digas que es una de esas cosas que ya han cumplido? Cortamos y Urdimos se merece todo mi respeto aunque sólo sea porque “es el Mas Style”, por la “Interdependència”, que no sé qué es, pero suena muy bien.

ICV-EUiA, y estoy seguro que lo he escrito bien porque he dado un cabezazo al teclado. Se jactan de que son el único partido con propuestas ecologistas. Si los delfines y los zorros pudiesen votar tendrían una mayoría absoluta holgadísima. Ahí lo dejo, como propuesta. Tras recordarnos que Catalunya no es CiU, con quienes han tenido ciertas semejanzas (me apetece recordar “Demogracia”), y que de hecho mantienen con diferente nombre: “racionalitzar i no retallar”, gritad conmigo: ¡Aleluya!. Tras esto proponen una reforma de la Constitución. No sé que pasa pero la izquierda le ha cogido gustirrinín a lo de alterar la Constitución, con lo que cuesta aprendérsela, narices. Lo de ICV-EUiA (¡ay! ¡Mi frente!) con el tocho es de traca, proponen la reforma de la Llei de Dret d'Habitatge, para obligar a alquilar viviendas vacías (¿garantías en el alquiler? ¿Pa' qué?). Lo de la Ley de Consultas no sé si comentarlo o no, porque aunque transformaría la timocracia en algo muy cercano a la democracia, me da un miedito que no es normal aquello de “fomentar y garantizar la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas (¿se les hace caso, o es como un programa político, que se puede hacer lo que me salga de la corbata?).

Solidaritat catalana per a la Independència, no sé muy bien qué decir. ¿Llevan algo a parte de la independencia en el programa? Que Catalunya sea la Holanda del Mediterráneo (no sé ni qué cara poner, de verdad que no entiendo qué quieren decir). ¿Vegueries? Por favor, que alguien me pegue un tiro.

De Esquerra Republicana de Catalunya, no tengo mucho que decir. Más que nada porque no he sido capaz de encontrar su programa en la web. Me ha parecido entender, eso sí, que quieren hacer política orientada “als Paísos Catalans”, para liberarlos de 300 años de opresión por los estados español y francés. Ni me parece bien, ni me parece mal, pero no entiendo como encaja este proyecto en unas autonómicas, será cosa mía.

En la misma línea, porque no he encontrado el programa para estas autonómicas, es lo de Ciutadans, o, como a ellos les gusta C's (uy, que mode'no). De esta gente hay una cosa que no me queda clara, porque tienen mucha cera que dar a los partidos que hacen política nacionalista. Pero nacionalista ¿de dónde? Porque tan nacionalista es una política nacionalista españolista como una política nacionalista catalanista, ¿no se les llama igual? Para regenerar la democracia proponen diferentes reformas al sistema electoral, o sea, de timocracia a timocracia y tiro porque me toca. ¿Los políticos aprenden algo, alguna vez?

Espero no haberme dejado ningún partido, que son muchos.

No sé, a mi este panorama político me da muchas ganas de llorar... Pero, ¿cómo no me voy a reír? ¡Esh una fieshta!

jueves, 6 de septiembre de 2012

España, ¡y olé!


Parece mentira, pero ha pasado mucho tiempo. Sí, mucho tiempo, entre unas cosas y otras... lo vas dejando, lo vas dejando y, al final, por pitos y por flautas, por hache o por be se te va estirando el tiempo y pasa mucho tiempo. Seis años. Pero por fin se ha cumplido mi sueño: vuelven a verse toros por la televisión pública. Por la Primera, ni más ni menos.

La cosa está así, los de TVE han decidido que los toros deben poder verse por televisión porque “un festejo de esta categoría debe ponerse a disposición de todos los españoles”.

La realidad es que no sé por qué hay gente que se ha tomado esto a mal. Parece que no entienden que realmente no se está viendo al toro. Es decir, se está viendo al toro, pero no se le ve por completo, se le ve a trocitos y, la mayor parte del tiempo ni es hasta difícil reconocer que tipo de animal es. Y si los animalistas quejicas creen que tienen algo que decir al respecto, que hubiesen sacado algún escaño, que es muy fácil mirar los toros desde la barrera.

Nos dicen en TVE, sobre los toros, que es un “patrimonio social, económico y ecológico”, cosa que efectivamente es, porque, evidentemente, lo que nos representa a todo como sociedad es machacar a pinchazos a un toro hasta la muerte a ritmo de pasodoble. Además, es la principal fuente de ingresos de este nuestro país. Y esto hay que entenderlo, porque sin toros, la economía se hunde... a ver como mantenemos a los “Palma Arenas”, los “malayas” y los aeropuertos nuevos sólo con los ingresos de venta de drogas, armas y putas. Vamos, que así no hay quien mantenga un país a flote.

Por ello, tiene razón el Juli cuando dice que, con los toros, la televisión es “un poco más de todos”. De todos los que les guste comer un arroz con tomate mientras ven los toros, añadiría yo.

En fin, que vuelven los toros y, por lo visto, es una cosa positiva. Y es positiva porque los toros son una cosa positiva y digna de verse en la televisión, porque es como una tinta que te tatúa el patrimonio común de todos nosotros. ¡Uy! He dicho teta, menos mal que no estoy en la televisión, porque si no, mañana estaría en la cola del Inem.

Pero si los toros llevan una porretá de años, son muy antiguos”. De acuerdo, lo acepto. Pero los gladiadores y los anfiteatros son más antiguos. Desde aquí, solicito que se recupere la milenaria cultura de mandar cristianos a lo leones.

Con esto habrá gente que ha pensado que soy un salvaje. No es verdad, seguro que no hay nada que le guste más a un cristiano que morir de esa forma tan noble, como un mártir.

jueves, 29 de marzo de 2012

Reforma laboral... sin vaselina

*Preaviso: Alegoría, no es lo que parece.


España está enferma. Esto es así. ¿Y qué le duele? Pues bien sencillo: tiene un gran dolor de economía. Además le escuece mucho el empleo, y cojea. Cojea de la educación y de la sanidad.

Para solucionar la cojera la solución es facilísima: se amputa.

Lo de la economía tiene una solución más complicada, porque genera un terrible escozor en el empleo. La solución que nos ha propuesto el señor doctor gusta a unos y disgusta a otros: gusta a los empresarios porque ellos sólo deben tomar una cápsula de estas modernas de plástico y disgusta al resto porque nos han recetado supositorios... del tamaño de extintores.

Lo peor de todo es que España, dice el doctor, no tiene un catarro de estos de cama cuatro días y luego a beber sangría, sino que tiene un problema mucho más serio, “es estructural”. No sé, pero tengo la sensación que el doctor le ha cogido gustirrinín a la palabrita. Como diría mi abuela: “esto no se arregla ni con trombocí ”.

Además, España tiene a los médicos de otros hospitales asomando el hocico y diciendo: “uff... que mala pinta tiene esa economía. Mírate bien el empleo que parece que supura”.

Con todo, el señor doctor tira de todo el repertorio de savoir faire y dice: “¡Urgencia! Hay que operar o el dolor de economía va a provocar la muerte de España”. Total, que coge a sus tres o cuatro enfermeras, sierra mecánica, aguja e hilo y ¡a operar se ha dicho!

Para asegurarse de que estamos conformes con la operación, páginas y páginas de papeleo que justifican la operación, como si la experiencia del señor doctor no fuera suficiente (que jacobino me he puesto).

Me gustaría poder decir que he entendido los riesgos de la operación y que sé que tripas se están cortando porque he leído los papeles que dieron a España antes de entrar a quirófano. Por suerte, hay grandes entendidos que han resumido los puntos importantes de la operación:

Los enfermitos que estén ingresados pueden ser dados de alta cuando al médico le parezca. Y si sigue estando malito, tendrá que demostrarlo. Como salir del hospital le causará un shock, se le pagará, pero menos (despido precedente, salvo que el trabajador demuestre lo contrario. Reducción de las indemnizaciones por despido)

Se puede tener a un enfermo que esté en proceso de entender su enfermedad hasta más tiempo, manteniendo su habitación sin servicio de limpieza (contratos de formación y aprendizaje).


Para más complicación, tenemos al doctor jubilado (o forzosamente jubilado) metiendo remo. Dice que el diagnóstico está bien hecho, pero que la intervención no es la adecuada. Será que no se acuerda que fue él quien llamó para reservar el quirófano y hizo las pruebas preliminares de rigor. Si no se acuerda, a lo mejor sí que le ha venido bien la jubilación.

Más aún, las abuelitas de la sala de espera ofrece como solución agua caliente con sal, como todos los yayos. La cuestión es que, a lo mejor, agua con sal viene bien pero ¿no hubiera sido mejor ofrecer la solución antes de entrar en quirófano? Pues nada, que nos empeñamos en buscar soluciones cuando el problema ya está bien maduro y sin posibilidad de retroceso.

Más aún, si te niegas a aceptar agua con sal y decides seguir el posoperatorio (porque, a fin de cuentas, ya han operado, el mal está hecho) te dicen que eres un paciente malo, algo así como un resignado.

De todas formas, te dicen que, ya que van a ofrecer agua con sal te apuntes, pero que si no te apuntas, por lo menos no te quedes sentado en la sala de espera. Si no quiero usar agua y sal, y se impide seguir el posoperatorio ¿qué otra cosa se puede hacer que sentarse en la sala de espera a leer una revista?


En fin, que el doctor dice que, por mucho que funcione la solución de la yaya, nos tenemos que seguir poniendo supositorios.